sábado, 14 de marzo de 2009

Deseo Sexual


Uno de los pilares de nuestra civilización es la cultura greco romana en la cual, la pederastia era una práctica sexual reconocida. Sus grandes filósofos que han moldeado nuestra costumbres mantenían relaciones sexuales con efebos, adolescentes. La influencia que el cristianismo ejerció en Europa hizo que no fuese bien vista esta práctica sexual y, si no la extirpó del todo, sus practicantes lo hacían a escondidas, alejados de los focos de la opinión pública.

Últimamente se han descubierto casos de pornografía infantil que han horrorizado a los expertos en este tema que están familiarizados con estas atrocidades de tanto ver imágenes escabrosas. Sacerdotes y educadores se han visto involucrados y condenados por abusar de niños y adolescentes. Quienes han cometido estos delitos y los siguen realizando no deseaban ni quieren que sus fechorías fuesen y sean conocidas. No quieren que la opinión pública los señale con el dedo ni que sus nombres aparezcan publicados en los medios de comunicación.
De la misma manera que Holanda fue pionera en la legalización de los matrimonios homosexuales, quiere seguir el mismo camino por lo que hace a la legalización del efebismo. Últimamente un tribunal holandés se ha negado a prohibir a un partido político que pretende rebajar la edad legal para poder tener relaciones sexuales de los 16 a los 12 años. El juez ha dicho que son los votantes quienes deben decidir la aceptación o no de los partidos. El nuevo partido cuyas siglas en holandés son PNVD que significan “Amor, Fraternidad, Libertad y Diversidad”, sólo tiene tres nombres conocidos: un presidente, un secretario y un tesorero, que es lo mínimo que exige la ley holandesa para que un partido pueda presentarse a las elecciones.

Los que se oponen al nuevo partido han pedido al juez que impida su registro para que no pueda presentarse en las próximas elecciones que han de celebrarse el próximo día 22 de noviembre, con la afirmación de que los niños tienen el derecho a no tener que encararse a su programa electoral. El juez H. Hofhuis sentenció: “Libertad de expresión, libertad de asociación, incluyendo la libertad de fundar un partido político, se debe ver como la base de una sociedad democrática. Estas libertades dan a los ciudadanos la oportunidad de, por ejemplo, a servirse de un partido político para cambiar la constitución, la ley o las normas de conducta”. El juez mencionado afirma que PNVD no ha cometido ningún crimen sino que hace un llamamiento para cambiar la ley.
Cuando el pasado mayo se tuvo conocimiento de la existencia de PNVD se encendieron los ánimos. Auke de Wijn que representa a los opositores ha dicho que los pederastas abusan de la tolerancia de los holandeses: “Las víctimas se sienten dañadas por la voluntad de los pederastas de que sus deseos se hagan públicos…Se dan pocas limitaciones a la libertad de expresión, pero este grupo está haciendo un mal uso del privilegio para provocar”.

Iren Van Engelen de la Fundación Solace que estudia la pederastia dice que es muy improbable que pueda registrarse el nuevo partido porque los pederastas que buscan el anonimato”no desean relacionar su nombre con el partido y sin las firmas no pueden presentarse a las elecciones”.

Toda reforma empieza por un paso inicial. Los pederastas aún cuando hoy sean una minoría insignificante no quiere decir que en un futuro más o menos lejano el grupúsculo aumente y puedan aprobarse leyes que permitan tener relaciones sexuales con niños. Lo que hoy se hace escondidas, si no se pone freno a la tendencia, mañana se hará a la luz pública bajo el amparo de la ley.

Los cristianos hemos de hacer vallado con el fin de evitar que la pederastia se convierta en lascivia descarada. Tenemos una gran responsabilidad para mantener la pureza de costumbres. La resistencia no se ejerce con pancartas y gritos frenéticos anti, sino viviendo la ética que enseña la fe cristiana y anunciando el mensaje de salvación de nuestro Señor Jesucristo que tiene el poder de cambiar, en este caso, las tendencias pedófilas que se esconden en nuestra naturaleza manchada por el pecado.

No hay comentarios: